martes, 14 de abril de 2015

DEL TÍTULO DE MAESTRO SANGRADOR DE D. ANTONIO GÓMEZ GARDÍ EN 1794

Tal día como hoy, un 14 de abril de 1794, el Concejo de Los Villares, examinado el Documento “Título de Maestro Sangrador”, presentado por D. Antonio Gómez Gardí, autorizaba al mismo a ejercer como maestro sangrador entre los vecinos de Los Villares.
Casa que fue de D. Antonio Gómez




















Desarrollo de la Efemérides:
En la villa de Los Villares a 14 de abril de 1794 los Señores que componen el Concejo, Justicia y Regimiento de ella, a saber, Francisco García y Francisco Cárdenas, Alcaldes Ordinarios; y Andrés García y Marcelo Sánchez, Regidores; Pedro Martínez y Pablo Garrido, Síndicos General y Personero; reunidos en sus Salas Capitulares, recibieron a D. Antonio Gómez Gardí, natural de la ciudad de Sevilla, quien les presentó el título de Sangrador despachado a su favor por los Señores del Real Patrobarbeirato de Cirujanos y Sangradores, en el que se manifiesta haberlo aprobado por los citados cargos examinadores de las citadas facultades de Madrid, de la de sangrador y la de cirugía, en virtud de su eficiencia y práctica, cuyo Documento fue exhibido por dicho Señor Gómez ante el Escribano de Cabildo, siendo leído a los señores del Ayuntamiento. Enterados sus mercedes, de su contenido, acordaron se cumpla y ejecute lo que por el se previene y en consecuencia concedieron al referido D. Antonio Gómez, la facultad de ejercer  libremente, como maestro sangrador, entre los vecinos de esta villa, firmando en este acto dicha disposición de la que el Escribano Alfonso Josef Peña, abrió diligencia.


Diligencia del Escribano y firma de D. Antonio Gómez,
en el Libro de Actas del Concejo.


Antonio Gómez Gardí: Nace en Sevilla, el día 16 de diciembre de 1771. Hijo de Antonio Gómez Martínez, natural de Tobarra (Albacete) y de María Catalina Gardí Carmona, natural de Ajaccio (Córcega). Desde Sevilla, a corta edad, acompañando a sus padres se  trasladó a las ciudades de Málaga y Alhucemas, hasta que los padres se establecieron en Los Villares, cuando él tenía unos doce años. A la edad de 22 años, se traslada a Madrid donde obtuvo el título de Maestro Sangrador, despachado por los Señores del Real Protobarbeirato de Cirujanos y Sangradores de las facultad de Sangradores;  profesión que ejerció en Los Villares desde abril de 1794. En 1799 contrajo matrimonio con Dña. Mª Reyes Malo de Molina Armenteros, natural de Los Villares, del cual entre otros nacieron  D Manuel Gómez Molina,  maestro sangrador, propietario de una industria de jabón; D. Antonio Gómez Molina, maestro de primeras letras y sacerdote y D. Francisco Zoilo Gómez Molina, veterinario. Residió en la plaza frente a la esquina de arriba de la iglesia.

Fue una persona muy influyente en la vida social y política de Los Villares  donde ejerció distintos cargos políticos, Alcalde de segundo voto en 1805; Administrador de los arbitrios de Carne en 1810;  Alcalde de primer voto en el año 1819;  Síndico Procurador General en  1823 y Síndico Personero en 1825; su último cargo público fue en 1826, elegido Alcalde de primer voto.



*MAESTRO SANGRADOR: El maestro Sangrador, fue quizá el profesional más característico de la medicina empírica en la Edad Moderna. Los maestros sangradores alcanzaron un cierto reconocimiento social, si bien su práctica siempre estuvo condicionada por su posición ambigua entre los profesionales titulados(médicos y cirujanos latinos) y otros empíricos sin formación. El ejercicio de sangrador estaba controlado por el Probarbeirato, institución encargada de controlar su formación y expedir su título. Para ser recibido a examen era necesario haber practicado el arte de sangrador flebotomiano durante, al menos, cuatro años bajo la tutoría de un maestro examinado, circunstancia que había de acreditar la justicia local. El examen constaba de una parte teórica y otra práctica. En la primera debía exponer sus conocimientos sobre la anatomía vascular y los procedimientos más rutinarios de este arte; mientras que en la segunda, realizada en un hospital, debía demostrar su habilidad práctica en las técnicas de sangrar, sajar, echar ventosas, poner sanguijuelas y sacar dientes y muelas. El título de maestro sangrador tenía validez para todos los reinos y señoríos de su Majestad y llevaba implícito el juramento de su titular de ejercer su arte de balde para los pobres. Los derechos de examen, se fijaban en media annata, que era el equivalente a la mitad que podía producir el empleo en un año.





TAMBIÉN ESTE DÍA…En 1539: El Juez Juan de Ribadeneyra sale de Jaén acompañado del escribano Juan Vázquez y los medidores Juan Molina, Alonso Hernández, Antón López, Cristóbal Ruiz y Marcos Pérez  y se marcharon a la Sierra para buscar el lugar adecuado donde situar la nueva población de Los Villares. Se establecieron en la conocida como Casa de la Misericordia, como lugar desde el cual llevar a cabo sus trabajos. Finalizados los mismos, se optaría por el lugar conocido como Los Majanos, donde situó la población.

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