lunes, 18 de agosto de 2014

DE LA FALTA DE MÉDICO EN LOS VILLARES EN 1820

Tal día como hoy, un 18 de agosto de 1.820 el Ayuntamiento de Los Villares, ante la falta de un Médico en la población por haberse despedido el titular , por la baja dotación económica que recibía y la imposibilidad de conseguir otro que aceptase venir a cubrirla, solicitaba del Jefe Político provincial y de los señores de la Diputación la autorización para poder aumentar la dotación económica anual del médico, a 800 ducados, 500 ducados que se cubrirían del Caudal de Propios y  300 ducados más que se obtendrían por repartimiento entre los vecinos.

















Comentario a la Efemérides:
En la villa de Los Villares un 18 de agosto de 1.820, se reunían los Señores del Ayuntamiento constitucional ante la urgente necesidad de cubrir la plaza de Médico por haberse despedido el Médico Titular, D. Martín de Pineda, encontrándose muchos enfermos, sobre todo pobres, desatendidos al no poder pagar a un médico de la capital de Jaén para que se desplazara a Los Villares.
Habiéndose fijado edictos y convocatoria en los pueblos de mayor población de esta provincia y no habiéndose presentado nadie a la plaza de médico por la corta dotación de trescientos ducados de que goza, pues aunque provisionalmente se pagaron  quinientos ducados de este Caudal de Propios, el Consejo de Castilla denegó el aumento de los doscientos ducados, dejando reducida la dotación en los trescientos ducados, causa por la que se despidió el citado Médico D. Martín de Pineda.


Siendo Los Villares una población que excede de más de mil quinientas almas, contando con cuatrocientos  vecinos, de los que doscientos son pobres jornaleros de campo imposibilitados de costear la curación de sus enfermedades, y que de los otros doscientos  la mitad son pequeños agricultores que sólo tienen la casa que habitan, y alguna poca siembra, y tampoco pueden auxiliarse de medicina ni costear los dispendios de una enfermedad,  y de los otros cien vecinos restantes, tan solamente unos doce vecinos son los que costean la traída de un médico forastero para atenderlos en contadas ocasiones y ante momentos de mucha gravedad.  


Por todo esto se acordó comunicar  las referidas circunstancias al Sr. Jefe Político y Señores de la Diputación de esta provincia con la solicitud de que se dignen conceder a la dotación de la plaza de médico de esta villa, sobre los trescientos ducados que tiene asignados hasta quinientos puesto que con menos no hay médico alguno que la sirva, y que se faculte a este Ayuntamiento Constitucional para exigir por repartimiento del Común trescientos ducados en  cada año, con lo que se fije la dotación en ochocientos ducados anuales, los quinientos ducados de los Caudales de Propios y los trescientos restantes del vecindario, para así encontrar Médico y poder atender las necesidades de todos los vecinos enfermos, así como fijar unas condiciones que mejoren la asistencia y eviten los abusos generales que se venían produciendo.

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