lunes, 12 de mayo de 2014

DE LOS TRABAJOS DEL CATASTRO DE ENSENADA EN LOS VILLARES EN 1.751

Un 12 de mayo de 1.751 se realizaron en Los Villares los trabajos para elaborar el Catastro de Ensenada, bajo la presidencia de D. Francisco Varona y Rozas, Intendente y Correjidor de Jaén.


Inicio de las Diligencias






Desarrollo de la Efemérides:
Los trabajos para elaborar el Catastro de Ensenada se realizaron el 12 de mayo de 1.751 bajo la presidencia de D. Francisco Varona y Rozas, Intendente y Correjidor de Jaén. Ante él comparecieron el párroco D. Francisco Gómez de Ávila Barragán que tomó juramento a todos de que procederían con verdad y rectitud de conciencia. Estuvieron presentes todos los componentes del Ayuntamiento.
Como peritos actuaron Antonio Sabalete y Alonso Garrido, hombres expertos en las cosas del campo; los labradores Francisco Esteban y Matías García; el medidor José Fernández y el albañil Ramón de Jeavas. Todos ellos asistidos por el escribano Diego Francisco de Retama.
Preguntados al respecto dijeron que el término de Los Villares, cuya jurisdicción pertenecía al Vizconde de Los Villares, tenía en línea recta siete cuartos de legua. Informaron que había buenas tierras que se regaban con las aguas de Río Frío y que el secano se encontraba en los parajes de Peñón Rodado, las Moraledas y los Torcales. Que había dehesa para ganado de labor y cabras  y otras dehesas llamadas de Linarejos y el Pozuelo destinado a yeguas.
Dijeron que los frutales eran muy abundantes y variados y que eran notorios los plantíos de olivar, componiendo todo un término de unas once mil fanegas de tierra de diferente calidad cuyos nombres especifican.
Señalaron que había un molino harinero y que los molinos de aceite estaban uno dentro del pueblo que era de D. Manuel Campos; otro en la casería de las monjas de Santa Úrsula y un tercero en la Covatilla. También dijeron que había un horno de pan, propio del Ayuntamiento que lo arrendaba todos los años.
Colmenas hay setenta que producían muy buena miel. El ganado se componía de 23 yeguas, 60 pares de bueyes y vacas de labor, algún ganado bravo,  unas 1.000 ovejas, otras tantas cabras; 100 cerdos y un centenar de burros que servían para ayuda de casa y labor.
El número de viviendas ascendía a 127, de las que había dos ruinosas. Los vecinos cabeza de familia eran 170.
El Ayuntamiento tenía entre los Bienes de Propios, algunas tierras y dehesas, un molino, un horno, dos casas en la calle Molino, la Cárcel y el Pósito. Todo ello le producía 6.093 reales y 17 maravedís. De las propiedades rústicas 120 fanegas se habían repartido entre varios vecinos para que las sembraran durante seis años, a fin de recaudar dinero para hacer un puente sobre el río Eliche.
En ese momento no había casa Ayuntamiento, pues la antigua estaba arruinada y se tenía alquilada una sala  en una casa particular.
Había una taberna donde se despachaba aceite, aguardiente y vinagre; también había una tienda de comestibles. En aquel momento no había carnicería. La única carne que se solía consumir era la de cabra, sacrificándose unas trescientas cabezas al año.
No había hospital, ni médico, ni cirujano, ni boticario. Sólo un barbero que aparte de su oficio curaba lo que podía y sabía. Había un estanquero, un escribano público, dos sacristanes, dos maestros albañiles, dos oficiales de albañiles, dos zapateros, un aladrero y un hornero. Había 73 jornaleros que ganaban tres reales diarios y 36 pobres de solemnidad.
Al pueblo le correspondía aportar dos soldados al regimiento de Milicias de Jaén. Este año los soldados eran Diego Ramírez de Adán y Francisco Hidalgo.
Clérigos  sólo había uno, el Prior de la parroquia.


Esquema del Término Municipal según los peritos del Catastro
* El documento como vemos, nos manifiesta un pueblo sencillo y humilde, con una sociedad que sólo podía satisfacer sus necesidades primarias y que obviamente debía pasar fatigas y estrecheces.
(Fuente: Revista La Fuente nº 15 – Manuel López Pérez)













Reseña Hitórica:


Marqués de Ensenada
Cuando en el s. XVIII se reunifica toda  la Hacienda Pública por Orden de 1 de octubre de 1.749, el Estado pasa a hacerse cargo de todas las rentas, reemplazando las tradicionales “rentas provinciales” por un nuevo impuesto directo y único sobre la riqueza que se denominará “única contribución”.
El principal impulsor de este novedoso sistema fiscal será D. Zenón de Somovilla y Bengoechea, Marqués de Ensenada (1.702-1.781), Ministro Secretario de Hacienda de Fernando VI desde 1.743.
Para implantar la “única contribución” fue preciso hacer un detallado catastro de riqueza que se realizó entre 1.749 y 1.760 y es conocido como Catastro de Ensenada en razón de su ideólogo.
Este documento se realizó en las 22 provincias y 15.000 lugares de Castilla y León entre las que estaba Jaén y se basaba en un minucioso interrogatorio de 40 preguntas que se envió  todos los pueblos para que fuese contestado con el auxilio de peritos competentes nombrados por el Intendente de la provincia.









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