jueves, 30 de enero de 2014

PAQUITA MUÑOZ RUEDA, Villariega.




Un 30 de enero de 1.940, nace en Los Villares, Paquita Muñoz Rueda, segunda hija de Victoriano Muñoz Herrador, Secretario de la Hermandad de Labradores y Ganaderos y de Paquita Rueda Anguita, modista.
 





Paqui, como cariñosamente la llamamos en la familia y en su grupo de amistades, es la segunda de tres hermanos, Juan Antonio, el mayor y Victoriano, Víctor para ella, el menor.
De pequeña asistió a la escuela de Dña. Carmen López Fe.



Recuerdo Escolar


Su vida de infancia transcurre junto a su madre, modista por entonces, rodeada entre retales, hilos y patrones. De ella heredó su amor al arte de coser, y ella fue su primera maestra. En la juventud hizo cursos de corte y confección, de aquellos que se hacían por correspondencia, siempre bajo la supervisión y orientación de su madre. Posteriormente es Paqui quien transmite este amor, al mundo de la costura, a su hija Alicia.
De niña
Primera Comunión














En septiembre de 1.965, contraía matrimonio con Ricardo y tuvo que trasladarse a vivir a Marquina (Vizcaya), donde él tenía su puesto de trabajo. Para los padres fue duro que su niña tuviera que desplazarse a vivir tan lejos, pero aceptaron la situación porque era lo que ella había elegido y su felicidad era lo único que les importaba. Del matrimonio nacieron tres hijos, Ricardo, el mayor; Alicia, la segunda y Fran,  el menor.
De jovencita

Paqui ha sido una mujer fuerte, trabajadora y luchadora, que ha entregado su vida, por entero, a la familia, pero su grandeza como persona hay que buscarla en la humildad, sencillez y bondad con que actuaba, cualidades que tapaban la inteligencia y sensatez  que poseía.
Con su hermano
Sus últimos trece años, han  sido de una lucha constante por superar y vencer el cáncer que padecía, en especial estos dos últimos, en los que el dolor y el sufrimiento se había intensificado, pero su comportamiento ante esta situación ha sido modélico. Ha luchado y sufrido lo indecible, pero jamás perdió la serenidad ni la fe. Ella que ha sido una mujer ejemplar en la vida, también lo ha sido en el momento de la muerte.  Hasta su último día, fue apoyo para sus compañeras de habitación de hospital a las que animaba a seguir luchando.
Paqui perdía su batalla con el cáncer, el 25 de enero de 2.014, en que entregaba su alma a Dios. El cáncer se ha llevado su cuerpo, pero su imagen siempre alegre y llena de dulzura, y su recuerdo de mujer buena, perdurará entre las gentes de Marquina y de cuántos tuvimos la suerte de compartir su cariño.
Su última foto. Navidad 2.013, con Ricardo y sus nietos.



Paqui, como era su deseo, volverá a su pueblo, al que tanto quería y añoraba, para descansar junto a sus padres.
Todo el cariño de aquel a quien tantas veces cuidaste de pequeño para que madre cosiera, al que de joven enseñaste a bailar, y que confió a ti sus primeras confidencias. Siempre te llevaremos en el corazón. 




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